Un Plan Energético America First
La energía es una parte esencial del modo de vida americano y un producto básico para la economía mundial. La Administración de Trump está comprometida con políticas sobre energía que disminuyan los costos para los trabajadores americanos y maximicen el uso de los recursos americanos, con el fin de liberarnos de la dependencia del petróleo extranjero.
Durante mucho tiempo hemos sido detenidos por reglamentaciones onerosas en la industria energética. El Presidente Trump está comprometido a eliminar políticas dañinas e innecesarias tales como el Plan de Acción sobre el Clima y la reglamentación de las Aguas de E.U.A. La revocación de estas restricciones ayudará grandemente a los trabajadores americanos, aumentando sus salarios en más de $30 billones USD durante los próximos 7 años.
Una política energética sólida comienza reconociendo que poseemos vastas reservas no utilizadas de energía doméstica aquí mismo en América. La Administración de Trump adoptará la revolución del gas y petróleo de esquisto bituminoso para traer empleos y prosperidad a millones de americanos. Debemos tomar ventaja de los $50 trillones USD en reservas no utilizadas de esquisto bituminoso, petróleo y gas natural, especialmente de las ubicadas en terrenos federales que son propiedad del pueblo americano. Utilizaremos los ingreso de la producción de energéticos para reconstruir nuestras carreteras, escuelas, puentes e infraestructura pública. Una energía más barata será también un gran estímulo a la agricultura americana.
La administración de Trump está también comprometida con la tecnología del carbón limpio, y en revivir la industria carbonífera americana, que ha estado sufriendo durante mucho tiempo.
Además de ser bueno para nuestra economía, el empuje a la producción doméstica de energía conviene al interés de nuestra seguridad nacional. El Presidente Trump está comprometido con lograr la independencia energética del cartel de la OPEP y cualquier otra nación hostil a nuestros intereses. Al mismo tiempo, trabajaremos con nuestros aliados del Golfo para desarrollar una relación positiva sobre la energía como parte de nuestra estrategia antiterroristmo.
Finalmente, nuestra necesidad de energía debe de ir de la mano con la administración responsable del medio ambiente. Proteger el aire limpio y el agua limpia, conservar nuestros hábitats naturales y preservar nuestras reservas y recursos naturales seguirán teniendo una alta prioridad. El Presidente Trump reenfocará a la EPA (Agencia de Protección del Medio Ambiente) en su misión esencial de proteger nuestro aire y nuestra agua.
Un futuro más brillante depende de políticas energéticas que estimulen a nuestra economía, garanticen nuestra seguridad y protejan nuestra salud. Con las políticas sobre energía de la Administración de Trump, ese futuro puede hacerse realidad.